miércoles, 15 de abril de 2009

Que me callen la boca!



Y las ganas de escupirle en la cara me asaltaron. PREGUNTA: Cuando me escuchó? EEEEMMMM... NUNCA!! Y ahora me calla la boca? Como si yo tuviese la culpa de que todo le salga mal! Y se dedicó a correr por mi cabeza dando vueltas y volviendo a callarme cuando hacía el intento de hablar.
Corría: Iba de aquí por allá y acá... Siempre sin rumbo y con la frase en la punta de la lengua por si quería hablar. Y yo callaba sin sintiendo una rabia que carcomia mis sentidos y en la boca un cactus que no me dejaba hablar. Un cactus de espinas de algodón negro, como manchado de lluvia ciega, como de haber secado lágrimas de un rímel que se regó. Y los labios rojos, tintos de sangre o+ (o negativo?) no es broma. TE DIGO QUE NO ES BROMA! Yo queria hablar y no me dejaba, mi miraba abriendo mucho los ojos sin el brillo que un dia le conocí: BRILLITO y poníamos cara de felicidad! OTROS TIEMPOS. Y asi osa en callarme la boca?? Es que no debería callarme, pero tengo un nudo en mitad mal hecho en medio de la garganta, nudo de marinero con prisa (o sin ella?) que no me deja hablar y encima me mira como si no me mirara, y es que no creo que lo haga... Al menos no lo hace con el brillo de luciérnaga en el iris, no quiere que hable, ni con él ni con nadie. SOLO CALLATE LA BOCA QUE NO QUIERO HABLAR. pero yo si, o eso no importa? PUES NO IMPORTA NIÑA! QUE YO NO (te) QUIERO! NO HABLES! Y me quedé con mis rositas en medio de mi jardín porque no tenía donde más ir... Pero seguía pasando por mi cabeza, a veces sin que lo sientiese siquiera... Y me vuelve a mirar!! NO!! Ya no quiero que me callen la boca! PUES NO HABLES! PERO QUIERO HABLAR!!

...


Asi callé... No dije ni pío, ni mu, dije misa. Me volví arisca, como esas gallinas que no se dejan coger, inténtalo y te picotean, te sacan los ojos, te comen vivo. Me voltée y miré a mi lado un bulto negro, lo empujé porque me asfixiaba. Se cumplió el sueño de quien no quería que hable. No hablé pero no dejo que me callen la boca. Me tomó por sorpresa lo que ví detrás de la ausencia de brillo, que si lo hubiese escuchado no lo hubiese creído, hubiese pensado que era una broma de mal gusto, algo tonto, como los chistes de elefantes.

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